sábado, 29 de agosto de 2020

Amor, apego, olvido y perdón

 

Lo que tienen en común todas las  religiones del planeta son dos palabras :
Amor y Perdón.

No entiendo entonces,
cómo tanta gente
confunde el amor con apego
confunde el perdón con olvido.

El apego pone condiciones
el amor es incondicional
el olvido es represión de recuerdos
perdonar es poder recordar
sin resentimientos.

El apego corta la flor para robar su perfume
el amor la aprecia desde su misma rama.
El apego es hambre de reconocimiento
el amor es leal, cordial, amable.
El olvido cubre los hechos hasta ver al que injuria.
El olvido es un eco de silencios postrados
el perdón no se irrita, no se enoja, no se ofende,
la bondad es su escudo, la indiferencia su espada.

El apego nace de las necesidades y es posesivo.
El amor sólo quiere la felicidad del ser amado
aunque no sea a mi lado.
El olvido es rencor escondido,
no manifestado
el perdón es sereno y tranquilo
es un don, un regalo que sana
el alma del que perdona.

A mi muerte

 

Ya la muerte me ha rozado tantas veces
que la encuentro seductora en su cortejo
mas no espero en su abrazo prematuro
lo prefiero
bien postrero,
bien lejano,
bien añejo.

Ya la muerte me ha mostrado su semblante
de jardines perfumados y arroyuelos
más no quiero de sus aguas la dulzura
prematura
la prefiero
bien distante
bien ausente
por ahora.

Y si el día que se acaben ya mis días
se me acerca
y se avecina
vestiré mi más calida sonrisa
y sin prisa
le daré el más tierno de mis besos
en su frente
y en sus manos
con mis manos
pintaré mi más cándida caricia
con pericia

Con entrega
y con pericia.


Dispersiones


Dispersión de lejanas realidades
en memorias anudadas como esparto
Dispersión de eventuales contingencias
en recuerdos desatados como estambres.

Entre ondas corpulentas viajan ecos
de sonidos apacibles y serenos
entre olas ondulantes flotan voces
de fantasmas navegantes y venenos
y no hay faros esta noche en lontananza
no hay destellos en el vasto firmamento
Y la luna que se esconde entre las nubes
opacadas
no regala un solo rayo de sus luces blanquecinas.

Se dispersan como motas y cenizas a lo lejos
remembranzas de distantes ocurrencias
que no sé si es que son mias
que no sé si son ajenas
o tan sólo es el collage de las muchas experiencias
revividas paso a paso
desde el alba hasta el ocaso
por personas que son partes de mi misma humanidad.

Somos piezas de hologramas
de energía y vastedad.
Somos ansias con anhelos
y deseos de libertad.